Tito Tomatino y el mito de las pizzas con mucho piso

Quienes lo conocen, saben que al Crítico no le gustan las pizzas a la piedra con mucho piso. De alguna manera lo convencieron y se fue hasta Tito Tomatino para descubrir por qué es la elegida de tantos platenses.

Al entrar al local se puede percibir un aroma suave a ajo que obliga a pedir una napolitana a la piedra, considerando que cuentan con horno de ladrillos. La tipología del lugar se parece más a la de una cadena comercial que a la de una pizzería artesanal, y esto, a primera vista, puede generar cierto distanciamiento, que, sin embargo, se acorta rápidamente gracias a la buena atención y a las empanaditas criollas que convidan de cortesía. La espera en días de semana no suele superar los 15 minutos.

La pizza a la piedra, preparada y horneada a la vista, no sobresale del resto de las que se pueden encontrar en la ciudad. Pero, al menos, tiene la característica buscada por la mayoría de los platenses: buen piso. Un horno trabajando a temperatura moderada (300 a 350°C) y con transmisión de calor desde su base refractaria provoca que se haga una capa fina y tostada en el piso que se separa del resto de la masa (algo similar a lo que pasa con el cuerito del vacío a la parrilla). Pero, por otro lado, los bordes de la pizza no quedan elevados y llenos de aire como en las pizzas que se comen en el sur de Italia. Es así, todo no se puede.

El resto de los ingredientes son correctos: una mozzarella bien gustosa, buen tomate y un toque de ajo triturado muy suave completan esta pizza que a la vista parece un poco aceitosa, pero al comerla se siente bastante liviana.

Para finalizar, será cuestión de poner en la balanza qué característica busca cada uno al elegir una pizza a la piedra: si estás dispuesto a sacrificar una costra gomosa, inflada, un poco quemadita y dulzona, andá tranquilo a Tito Tomatino que no te vas a arrepentir. Si lo que querés es probar algo distinto al resto, esperá entonces a las próximas reseñas.

Fecha de visita: junio/2016

Precio: moderado ($ 170 la napo).
Suggerimenti: si andás con hambre, llevate un par de empanadas salteñas para el camino.
Lo que le gustó al Crítico: el ajo triturado y suave en la napolitana, un toque de alguien que sabe lo que hace.
Lo que no le gustó al Crítico: como buen puritano y amante de la vera pizza napoletana, que no tenga la costra gomosa, inflada y quemadita (¡Y que tenga tanto piso!).